Objetivos en el cuidado y mantenimiento de una piscina.
Mediante el mantenimiento de su piscina se pretenden los siguientes objetivos: vigilar la calidad del agua que redundará en el cuidado de la salud de los usuarios de la misma, un uso sostenible, ecológico y responsable del agua alargando su duración al máximo, y por último la prolongación de la temporada de baño para el disfrute de la familia.
Antes de empezar.
La conservación óptima depende de la protección prevista de la propia piscina. Desde una buena lona de invernaje, pasando por los cobertores solares que evitan la evaporación del agua y los productos de mantenimiento durante la temporada estival, o las cubiertas de lamas que facilitan la cubrición de la piscina de una forma estética y cómoda, y hasta las cubiertas de diversos tipos (altas, fijas, telescópicas, adosadas…) que permiten el uso de su piscina durante todo el año y pueden crear una superficie de ocio adicional en su jardín. En resumen, la primera línea de defensa de su piscina es la barrera que impide la entrada de suciedad y evita evaporaciones imprevistas.
Puesta en marcha de la piscina.
Al comienzo de la temporada y si ello fuera necesario, hay que vaciar la piscina y limpiar el vaso con un producto adecuado tipo “desiscrustante”. Este trabajo debe realizarse en horas de poco sol y manteniendo las superficies húmedas. Hay que distinguir las piscinas de obra de las de líner y fibra porque los productos a utilizar son distintos… En cualquier caso, una vez aplicado el producto hay que dejarlo actuar unos 30 minutos y enjuagar con abundante agua.
Una vez limpio el vaso, hay que llenar la piscina.
Cloración y cuidados iniciales.
El primer análisis que hay que realizar es el control del PH del agua. Debe estar entre 7.2 y 7.6 para que las condiciones del agua sean las óptimas para su uso. (En un post posterior incidiremos en la importancia de este factor). Para el manejo de esta cuestión existen productos que minoran o incrementan los valores de PH para su ajuste perfecto.
Hay que realizar una cloración de choque utilizando los productos adecuados y la cantidad indicada en cada caso. También se puede utilizar productos de cloro sin estabilizantes (ácido isocianúrico) que mejoran la calidad del agua.
Después de esta fase inicial, se vuelve a ajustar PH y cloro que tiene el agua, y ya se puede empezar con el programa de mantenimiento normal tanto diariamente como semanalmente.